Pena Palace, un castillo de la época del romanticismo, presenta una rica mezcla de estilos arquitectónicos influidos por elementos neogóticos, neomanuelinos, neoislámicos y neorrenacentistas.
Originalmente un convento jerónimo, el palacio fue objeto de amplias reformas en la década de 1840, integrando las estructuras existentes con nuevas adiciones, como la torre del reloj y las terrazas.
Destacan el Patio de los Arcos, con sus arcos moriscos, la Terraza de la Reina, que ofrece vistas panorámicas, y los interiores, con estucos, pinturas en trampantojo y revestimientos de azulejos ornamentados. Se trata de técnicas decorativas que incluyen yeserías, pinturas de ilusión óptica e intrincados revestimientos de azulejos.
Alrededor del palacio se extiende el Parque de la Pena, creado por el rey Fernando II, con flora exótica de todo el mundo, como secuoyas, magnolias y helechos.