El parque del Palacio de Pena se extiende sobre 200 hectáreas y fue creado al mismo tiempo que el castillo por el rey Fernando II. El barón von Eschwege y el barón von Kessler ayudaron al rey en la creación del exótico parque. Hoy en día, podrás ver el Palacio da Pena rodeado de frondosos árboles importados y plantas traídas de todo el mundo que llenan el parque de una lujosa belleza natural. Sigue leyendo para saber más sobre el parque del Palacio da Pena, los aspectos más destacados, lo que hay que hacer y mucho más antes de hacer una visita.
Uno de los elementos más destacados del parque del Palacio da Pena es la gran estatua del rey Fernando II, situada a unos 800 metros del palacio, sobre una roca de granito. Toda la estatua es de piedra, salvo su lanza de hierro.
El Valle de los Helechos de la Reina, contiguo al Jardín de las Camelias, alberga una serie de helechos arborescentes, la mayoría importados de Australia y Nueva Zelanda. Dirígete a visitar los exuberantes jardines verdes para sumergirte en la vasta colección exótica.
Observa las impresionantes vistas que ofrece el parque del Palacio da Pena mientras miras hacia abajo desde su punto más alto, situado en el sur. Tardarás aproximadamente 30 minutos en alcanzar una altura de 529 metros. También puedes disfrutar de los profundos lagos con una variedad de peces y patos mientras te diriges al este del parque.
El Chalet de la Condesa d'Edla, también conocido como la casa de la Indulgencia, es un pequeño chalet construido entre 1864 y 1869 para el rey Fernando II y su segunda esposa y cantante de ópera Elise Hensler, la futura Condesa de Edls, que puede verse en el extremo oeste del parque da Pena. Aunque menos visitado, este chalet de inspiración alpina sigue siendo uno de los lugares más fascinantes del parque.
Situada en el pico más alto del parque se encuentra la Cruz Alta, a 529 metros sobre el nivel del mar. Ofrece una de las mejores vistas panorámicas del campo y una vista de postal del Palacio da Pena. La cruz que se ve hoy en día sustituye a la cruz del siglo XVI que fue colocada por el rey Juan III.
Se trata de un pabellón neomorisco de planta hexagonal. La parte superior de la estructura está cubierta en forma de cúpula con inscripciones árabes. Al entrar se observa una fuente de agua clara. Los registros indican que el pabellón fue diseñado por el barón von Eschwege y construido por el maestro João Henriques en 1840.